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Por Girla Castillo y Mariana Mejica
Programa Sin Fronteras, Radio Z
Luego de cinco años de juicio oral, juicio oral que comenzó en 2012 y en el que hubo mas de 800 testigos – el más largo en la historia argentina hasta el momento – el pasado miércoles 29 de noviembre se dieron a conocer las condenas de 54 represores argentinos durante la dictadura civico-militar de entre 1976 y 1983, también denominada, por los mismos militares, como Proceso de Reorganizacion Nacional. (Pasadas las 16:00 en Argentina y a sala llena y con diversas organizaciones en las puertas de los Tribunales, se tardó mas de 5 hrs. en leer las sentencias)
En total fueron investigadas 54 personas por 789 delitos de secuestro, tortura y homicidios en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), un edificio ubicado en una zona bastante céntrica de la ciudad de Buenos Aires y que actualmente funciona como un centro cultural.
De las 54 personas sometidas a juicios, 6 fueron absueltas, 19 recibieron penas de entre 8 y 25 años de cárcel y 29 fueron condenadas a cadena perpetua por ser considerados culpables de cometer „homicidios, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos para obtener información“, entre otras acusaciones comprobadas en la causa judicial, como la „sustracción de menores de diez años“, menores que incluso en la actualidad son buscados por Las Abuelas de Plaza de Mayo
La mayoría de los condenados reconoció los hechos, pero todavía los justifica como una defensa de la patria contra los perseguidos por el Estado, perseguidos politicos considerados por entonces como una amenaza al orden. Entre los condenados a cadena perpetua se encuentran los capitanes de la armada Jorge Tigre Acosta y Alfredo Astiz conocido como El angel rubio de la muerte. Pese a ello, antes de recibir su condena, los condenados pidieron la „extinción de la acción penal“ pero, puesto que segun el Pacto de San Jose de Costa Rica estos crimenes son crimenes de lesa humanidad, no prescriben.
Sin Fronteras se comunicó con Angela Urondo Raboy para hablar sobre este veredicto. Angela Urondo Raboy es hija de Francisco Paco Urondo – periodista, escritor y director del departamento de Letras de la UBA, asesinado por los militares el 17 de junio de 1976 en Guaymallén, Provincia de Mendoza – y de la periodista Alicia Raboy, secuentrada y aun desaparecida por las fuerzas militares. Por su parte, Angela, fue secuestrada a sus 11 meses de vida y dada, como muchos niños, en adopcion.
Antes de sus 18 años, Angela Urondo Raboy no respondia a estos apellidos sino al nombre dado por sus padres adoptivos. Pero fue a sus 18 años que descubrió cuáles eran sus origenes, quienes eran sus padres. Primero en forma de blog (“Pedacitos”) y luego como libro – ¿Quién te creés que sos? – comenzó a participar activamente en la problemática nacional de la que fueron victima sus padres y cuyos responsables seguian, hasta la fecha, anónimos o impunes. Actualmente Angela Urondo Raboy se decida principalmente a la literatura, aunque tambien es dibujante y performer. Su narrativa se inscribe en la literatura de los hijos de desaparecidos, que son principalmente crónicas, testimonios y autobiografias que dan cuenta tanto de los crimenes de lesa humanidad perpetrados por el Estado, como de los procesos de memoria histórica que estan sucediendo en la actualidad en la Argentina – pero no sólo – y, sobre todo, de los procesos de recuperacion de la propia identidad.
DEUTSCH
Interview: Angela Urondo Raboy
Sin Fronteras kontaktierte diese Woche die argentinische Schriftstellerin Angela Urondo Raboy, um sie nach ihrer Geschichte bezüglich der argentinischen Militärdiktatur 1976-1983 und nach ihrer Ansicht über die Verurteilung von 54 ehemaligen Militärmitgliedern (wegen Verschleppung, Folter und Mord während dieser Zeit) zu fragen. Nach einem 5-jährigen Massenprozess und mit mehr als 800 Zeugen wurde diese Verurteilung am 29. November bekannt gegeben.
Angela Urondo Raboy ist die Tochter von Francisco „Paco“ Urondo und von Alicia Raboy. Der Vater wurde während dieser dunklen Zeit ermordet und ihre Mutter, verschleppt. Angela selbst wurde damals – als sie nur 11 Monate alt war – entführt und zur Adoption freigegeben. Erst in ihrem 20. Lebensjahr entdeckte sie ihre (wahre) Identität und die ihrer biologischen Eltern. Seitdem ist sie und ihre Familie an den Prozessen gegen die Mitglieder der argentinischen Militärjunta aktiv beteiligt. Ein Beispiel dafür ist der schon erwähnte Massenprozess, dessen Gerichtsbeschluss vergangene Woche bekannt geben wurde.
Sie erzählte uns, warum diese Prozesse erst nach fast vier Jahrzehnten stattfinden, aber auch über die Notwendigkeit, die eigene Identität zu entdecken. Sie erzählte uns auch über den symbolischen Wert dieser Prozesse für die Betroffene, für die Opfer, und für das Land, für Argentinien.
Zum Schluss wollten wir wissen, welche anderen Tätigkeiten sie in ihrem Leben nachgeht. Sie erzählte uns, dass sie 2 Kinder hat, über ihre Vorliebe für Musik und Kunst und über die zahlreichen Ausstellungen, die auf künstlerischer, bildender Weise, aus der Kunst, die Diktatur thematisieren und diese in etwas Positives zu verwandeln versucht.